6 razones para negarse a pincharse con un arma
La pistola perforadora, omnipresente en farmacias y joyerías, es desafortunadamente una de las herramientas más utilizadas para hacer agujeros no solo en los lóbulos, sino también en la parte del cartílago de la oreja.
Es una práctica que debería estar prohibida, y a la espera de una respuesta del legislador no podemos dejar de recoger el llamamiento de los profesionales del piercing más experimentados y compartir contigo seis razones por las que esta herramienta nunca debe acercarse a tu cuerpo.
1. Riesgo de infecciones y contagio
Incluso cuando el arma es a prueba de bombas, incluso cuando utiliza cartuchos desechables, el riesgo de infección y contagio siempre está a la vuelta de la esquina.
Esto se debe a que el uso incorrecto del equipo, incluso si está construido de acuerdo con los estándares más modernos, puede causar el intercambio de fluidos corporales entre los clientes, y sin conocer el perfil de salud de quienes se lavaron antes que nosotros , el riesgo de contagio es realmente algo que no podemos ignorar.
2. Nuestro oído es único
Incluso las armas más modernas están construidas para operar en longitudes estándar. El problema es que no hay lóbulos estándar y es muy probable que la longitud a la que funciona la pistola no sea adecuada para su anatomía.
3. La pistola causa daños por descarga eléctrica en la oreja
El arma funciona a velocidades muy altas, lo que provoca un traumatismo en el oído que podría ser muy fácil de curar. Incluso si la curación es un asunto trivial, no hay ninguna razón por la que debamos poner tanta tensión en nuestros oídos.
4. Quien te perfora no es un perforador profesional
Quienes trabajan con una pistola perforadora a menudo nunca han recibido la formación adecuada para hacer agujeros, ni siquiera en los lóbulos. De un piercing profesional en cambio se puede encontrar experiencia y conocimiento sobre la anatomía humana y los materiales utilizados, lo que se traduce en un procedimiento, si no exento de riesgos, pero muy superior al que ofrece la pistola.
5. joyas de la más baja calidad
¿Sabes por qué el procedimiento de armas es tan barato? Las joyas utilizadas son siempre de mala calidad, de materiales no aptos para estar en contacto con una herida abierta y que provocan alergias difíciles de identificar, ya que la composición de tales pendientes nunca es cierta. El cierre de mariposa crea problemas, siendo difícil de limpiar y aumenta el riesgo de infecciones.
6. Piercings no simétricos
El arma no fue diseñada para operar con precisión. El riesgo, quizás el menos importante pero que no debe ignorarse, es que su agujero esté torcido, no sea paralelo ni simétrico. La calidad de tu piercing, en definitiva, valdrá lo que pagaste, es decir, 5 o 10 €, ahorro que te arriesgarás a sacar con intereses por las típicas complicaciones de quien se hace un piercing con pistola.
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