7 consejos para un piercing con absoluta seguridad
El mundo del piercing ha evolucionado, e incluso mucho en los últimos años.
Cada vez se crean más centros profesionales donde es posible hacerse un piercing con absoluta seguridad, y las normas de higiene, tanto legales como éticas de los profesionales, han cambiado mucho.
Todo para garantizar la seguridad de quienes quieren hacerse un piercing. Por decirlo así, parecería un mundo de rosas y flores, donde no hay problemas, y donde todos viven con alegría no sólo el momento del foro, sino también el de la convalecencia.
Desafortunadamente, y está claro para quienes leen las noticias, esto no siempre es así. Infecciones, agujeros realizados sin seguir las normas de seguridad y profesionalidad, problemas de salud de difícil solución.
¿Podemos hacer algo? Por supuesto. Y por eso MondoPiercing ha preparado para ti 7 consejos a seguir para hacerte un piercing con absoluta seguridad.
1. La elección del lugar: debe ser conocido y certificado
No escojas el primer lugar que viene para tu piercing. Elige el estudio de un profesional consolidado, que te pueda demostrar que ha seguido cursos de formación y que dispone de un estudio de última generación, tanto de instrumentación como de higiene.
Por supuesto, acudir a personas que no ofrecen este tipo de certeza generalmente cuesta menos, pero terminas siendo tratado por una infección molesta y, a veces, peligrosa.
2. Las herramientas
Asegúrese de que el operador con el que se comunique utilice el equipo adecuado para realizar una perforación. Sin armas, y si te ofrecen perforar un agujero con una pistola , huye.
De hecho, se utilizan agujas huecas para hacer los piercings de manera artesanal, y no esos horribles tiradores de trampas.
3. Cuéntale al perforador sobre los medicamentos que tomas o las alergias que sufres
El piercing está muy cerca de una operación, sobre todo si la que has elegido es muy complicada. Por este motivo es necesario comunicar al profesional los medicamentos utilizados y también la presencia de alergias.
El profesional evaluará qué hacer y no correrás el riesgo de encontrarte con una parte perforada e hinchada por alergias a determinados productos o materiales.
4. Sé saludable
La perforación crea estrés para nuestro cuerpo, que necesita toda su fuerza para reaccionar mejor al estrés. Así que no te presentes a un hoyo si no gozas de buena salud en ese momento. Incluso unas décimas de fiebre o una ligera gripe son una llamada de atención. Nunca te pinches en estas condiciones.
5. Sin medicamentos antes y después
Los medicamentos debilitan su cuerpo, aunque ayudan a que se sienta mejor. Así que una semana antes del hoyo, nada de aspirinas ni ibuprofeno. Como ya te dije en el punto 4, si no estás bien, es mejor posponer. No hay prisa.
6. Cuida tu piercing
Las primeras semanas posteriores a la realización del piercing son cruciales para el éxito del mismo y para evitar complicaciones e infecciones. Dedica el máximo cuidado a tu agujero fresco, cuidando de limpiarlo y desinfectarlo varias veces al día, para evitar inflamaciones peligrosas que también pueden convertirse en infecciones de difícil cura.
Esta es una herida abierta en todos los aspectos, compórtate en consecuencia.
7. Actúa en consecuencia
Tienes un piercing que está en las fases más delicadas de su vida, así que evita hacer deporte (el sudor y el estrés son enemigos de una buena cicatrización) y elige ropa adecuada, sobre todo si tendrá que estar en contacto con el piercing que te acabas de hacer. .
Bono: siempre la cabeza sobre los hombros
Para muchos, el piercing significa rebelión y transgresión, pero eso no significa que también tengamos que enfermarnos para conseguir uno. Es algo hermoso y que nos encanta, pero hay que hacerlo y luego mantenerlo con mucha atención.
No estés de acuerdo con aquellos que te creían inmaduro sólo porque querías uno: muéstrate atento y responsable, porque lo que está en juego es tu salud y no la del perforador que te propuso hacer un agujero en un sótano sucio.
Mantén siempre la cabeza sobre los hombros, y nunca te nubles las ganas de tener uno. En este tipo de cosas uno siempre se arrepiente a un precio muy alto.
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