Dilatador: cuál elegir para empezar
Cuando decida ponerse un dilatador, debe proceder gradualmente , sin arruinarse.
Esto es para evitar dañar el lóbulo de la oreja o contraer molestas infecciones.
En algunos casos se pueden producir daños que solo pueden resolverse quirúrgicamente , por lo que si se quiere proceder a la dilatación , no hay que tener prisa en absoluto.
Veamos cómo proceder sin problemas.
Cómo empezar
Antes de pensar en el dilatador, es necesario realizar el clásico orificio en la oreja y esperar al menos un mes a que cicatrice la herida.
Cuando la herida está bien curada, puede comenzar la dilatación.
Es importante proceder de forma gradual , sin saltarse nunca las medidas, para asegurar una dilatación sin riesgos.
Comience con el tamaño más pequeño de 1,2 mm y avance en pasos, un milímetro a la vez , hasta que alcance la expansión deseada.
Deja pasar al menos un mes entre una talla y otra y nunca te saltes tallas.
Materiales a utilizar
Prefiere el uso de tapones o túneles, con materiales hipoalergénicos como: titanio, piedra y acero .
Evite el uso de materiales de madera, hueso, acrílico o silicona, especialmente en la fase de expansión, ya que podrían causar infecciones. Como mucho, puedes centrarte en la elección de estos materiales cuando ya se haya alcanzado el tamaño deseado.
cuidado del agujero
Durante la fase de expansión es importante cuidar e higienizar el orificio y el dilatador antes de insertarlo , pero sin utilizar agentes agresivos como el alcohol o el agua oxigenada.
Preferir el uso de solución fisiológica para aplicar diariamente al menos un par de veces al día o alternativamente utilizar una solución de agua y sal.
Use vaselina o aceite de jojoba para lubricar bien el lóbulo , lo que ayuda a desinfectar el lóbulo y también deja la piel flexible y bien preparada para este procedimiento.
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