Rechazo del piercing en el ombligo: ¿cómo evitarlo?
Nuestro organismo dispone de todo un sistema de defensas frente a objetos y sustancias que le son ajenas. Este es el caso, por ejemplo, de las astillas, que penetrando bajo la piel son expulsadas lentamente de nuestro cuerpo sin ninguna intervención por nuestra parte. Es el mismo caso de pequeñas piedras, arena y otros muchos componentes que no pertenecen a nuestro cuerpo y que son expulsados de él sin problemas.
Lo mismo podría ocurrir con el piercing, que sigue siendo una joya de metal y por tanto un cuerpo absolutamente extraño. Pero, ¿se puede evitar en el caso del orificio del ombligo? Por supuesto que sí, solo sigue nuestra guía.
Higiene ante todo
El primer paso para intentar contener el riesgo de rechazo del piercing en el ombligo es una higiene perfecta. Hay que cuidar el piercing y no se necesita mucho para hacerlo. Solo toma un poco de solución salina y mantén limpia especialmente la parte del orificio que es más difícil de alcanzar, donde se pueden acumular partes de tejido y piel muerta que son el caldo de cultivo para infecciones bacterianas.
Mantener nuestro hueco alejado de infecciones y suciedad es fundamental para evitar el rechazo.
¿El agujero? Solo por profesionales
El hueco en el que colocarás tu joya debe estar realizado exclusivamente por profesionales. En el caso del piercing amateur, de hecho , existen dos riesgos:
- El orificio no se realiza con materiales estériles, provocando infección;
- El orificio se perfora demasiado en la superficie, lo que aumenta las posibilidades de que se produzca un rechazo.
La elección de los materiales es fundamental
Para el éxito de la perforación del ombligo, así como de otras perforaciones, es absolutamente fundamental que elija los materiales apropiados para la joya que se utilizará. Sobre todo recomendamos el acero quirúrgico y el titanio, materiales inertes que limitan al mínimo la posibilidad de rechazo.
Para saber más sobre el rechazo, puedes consultar nuestro especial , que explica en detalle el por qué de este fenómeno absolutamente natural, pero que podría convertir a nuestro querido piercing en una auténtica pesadilla.
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