Piercing ombligo y ducha, una guía completa
Hablemos hoy sobre el piercing en el ombligo, respondiendo también a una pregunta que escuchamos a menudo, a saber: "Me acabo de hacer un piercing en el ombligo, ¿puedo ducharme?"
Por extraño que parezca, esta es una pregunta muy popular.
El piercing en el ombligo y la ducha
De alguna manera, la pregunta anterior no tiene sentido.
¿Porque?
Por la sencilla razón de que la forma más limpia de desinfectar un piercing en el ombligo nuevo es hacerlo en la ducha.
Obviamente, tomando las debidas precauciones y utilizando, en los primeros días, el jabón antibacteriano recomendado por el perforador, o utilizando al menos un jabón neutro.
Cómo lavar el piercing del ombligo en la ducha
El consejo es mojar el piercing con agua, aplicar suavemente el jabón antibacteriano y empezar, siempre con mucho tacto, a mover la joya un rato, lavando y desinfectando así tanto la joya como la herida.
Al final de estas operaciones, enjuague bien para no dejar que el jabón se estanque y entre en contacto con la herida.
Cosas a evitar
A la hora de secar el ombligo, desaconsejamos encarecidamente el uso de una toalla de algodón porque podría rasgarse parcialmente y porque suelen ser portadores de bacterias.
Otro consejo es no usar agua demasiado caliente, porque desfavorece la cicatrización del piercing, ni usar el gel de ducha que solías usar.
También sería una buena práctica lavar el cabello por separado, nuevamente debido al champú y las impurezas presentes en el cabello.
Viceversa, se puede aprovechar la fase de enjuague, y el posterior secado, para eliminar las costras que se forman sobre la herida; estas costras, si no se eliminan rápidamente, pueden endurecerse y retrasar el proceso de curación de la perforación.
Conclusiones
En última instancia, la mejor forma de lavar un piercing en el ombligo es hacerlo con una ducha, siempre y cuando tomes las precauciones que te hemos indicado.
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