Piercing push-in o snap-lock: la guía

Entre los muchos accesorios para piercings, hay una categoría en particular de la que queremos hablarte hoy, la de las joyas con cierre a presión , también llamadas piercings push-in o push-fit . ¿De qué se trata?

Como su nombre indica, son joyas que se cierran ejerciendo una pequeña presión sobre el alfiler, normalmente una bola, para engancharlo a la varilla. A diferencia de otros piercings, por lo tanto, en este caso no hay necesidad de atornillar o desatornillar. Para ello son muy cómodas y muy utilizadas.

Se abren y cierran con bastante facilidad . Además, existen diferentes tipos y materiales para adaptarse a los distintos agujeros de la piel. Se utilizan principalmente para perforaciones en las orejas, como hélice y caracola, nariz y labio. Si tienes curiosidad por saber más, ¡sigue leyendo el artículo!

Piercings a presión: cómo se hacen

Los piercings push-in consisten en una barra hueca, es decir, con un agujero en el interior, que termina en una placa plana. La varilla del piercing, por tanto, no tiene roscas ni las "ranuras" en las que se suele enroscar el terminal o cabeza.

El terminal (bola, pedrería u otra decoración del piercing) se monta sobre un pequeño pasador, a veces curvo, que se introduce en el interior de la varilla con una ligera presión sin forzar el accesorio.

Los piercings push-in están hechos de acero quirúrgico, titanio o bioplast, un material flexible compuesto por polímeros plásticos. Finalmente, su tamaño y diámetro varían según la zona del cuerpo donde se apliquen.

¿Cómo se montan y desmontan?

No todos los piercings funcionan de la misma manera. Se pueden cerrar con gancho o con terminal de rosca. En el caso del push-in, el mecanismo de cierre es empujado.

Para cerrarlo hay que sujetar el extremo plano de la varilla e introducir el pasador de la cabeza dentro del agujero de la barra. Luego se aplica un poco de presión hasta que se escucha un "clic".

Para quitarlo hay que sujetar el pendiente por un lado y tirar por el otro, es decir, desde la cabeza del piercing. En algunos casos puede ser necesario girar ligeramente la cabeza para sacarla del eje. Todo esto debe hacerse con movimientos suaves, para evitar irritaciones o desgarros en la piel.